Pueblos Campo de Argañán

Desamortización: ideas generales

Desde el menú de la izquierda puede accederse a distintos apartados de las desamortizaciones llevadas a cabo en los pueblos de Alameda de Gardón y Villar de Argañán, ambos de la provincia de Salamanca.

La desamortización:


¿Fue un robo?(subir)

El objetivo de la desamortización fue conseguir dinero para el Estado y cuanto mas mejor (por eso la subasta al mejor postor). No se tartaba de repartir tierras a los pobres, ni de invertir en el desarrollo del país, etc. El estado no tenía un duro, estaba totalmente endeudado; es decir, estaba arruinado y la desamortización fue una forma de salir del paso.

El Estado se apropió de lo que no era suyo, prometió compensaciones que cumplió a medias, y el dinero recaudado no se tradujo en mejoras de vida de la población.
Aunque los gobiernos de entonces no se atrevieron a realizar una expropiación por un valor simbólico, tampoco se molestaron demasiado en dorarla y justificarla. Los políticos actuales, además de hablar de manos muertas, nos habrían machacado con que todo era por el bien de los trabajadores, por el progreso, etc. etc.

El artículo 12 de la ley Madoz de 1/5/1855 expresa claramente cuales eran los objetivos:

  1. Cubrir el déficit del presupuesto del Estado.
  2. Amortizar Deuda pública
  3. Realizar obras públicas de interés y utilidad general

La desamortización no se limitó a quitarle los bienes a la Iglesia, se apoderaron de los de los hospitales (Hospital de Ciudad Rodrigo), de las instituciones de enseñanza (Universidad de Salamanca y también de las escuelas de los pueblos), de las de los propios y comunes de los pueblos (propiedades que pertenecían a los vecinos del pueblo y que se aprovechaban conjuntamente por todos o se arrendaban y con lo obtenido el ayuntamiento pagaba gastos del pueblo -guardas, maestros, etc.-), etc.

A los “dueños expropiados” el Estado les dio “deuda” y les prometió que anualmente les daría una cantidad de dinero equivalente al obtenido con los bienes expropiados. Ver los artículos 9, 15, 16, 17 (“Para que no queden en descubierto las obligaciones, a que hoy atienden los pueblos con los productos de sus propios, el Estado les asegura, desde el momento que se realice la venta de cada finca o suerte, la misma renta liquida que por ella perciben en la actualidad“) y 18 de la citada ley
¿ Usted lo cobró? Pues eso mismo les pasó a las entidades expropiadas. Vea las siguientes reclamaciones de nuestros pueblos:

El 30/121862 el Ayuntamiento de Alameda otorgó un poder especial, para reclamar de la oficina correspondiente, los rendimientos devengados por el 80 % de los bienes vendidos del pueblo de Alameda. Autoriza de la manera mas amplia y general que reconoce el derecho a don Joaquín Frutos, para que como representante apoderado de esta corporación, se presente en la Tesorería de la provincia, u Oficina que corresponda, reclame, perciba y cobre, los intereses que hayan devengado, la parte del 80% de los bienes vendidos del pueblo de la Alameda, así como los que devenguen en lo sucesivo y si por ello fuese necesario entable gestiones judiciales o gubernativas

El 22/2/1863 la corporación municipal de Castillejo de dos Casas otorgó poder para reclamar e intentar cobrar lo que corresponde a su pueblo por las 2/3 partes del 80% de Propios y Comunes, según liquidación hecha en las oficinas de Hacienda de la capital de la provincia en su día.

El 12/4/1863 el Ayuntamiento de Villar de Ciervo otorgó poder a don Roque Rodríguez, procurador y vecino de Salamanca, para percibir la parte que corresponda de los bienes vendidos al municipio y todo lo demás que le ocurra en la capital.
… . y si fuese necesario también para litigar, celebrar juicios de conciliación, verbales y escritos de cualquiera clase y naturaleza…

El 26/4/1863 el Ayuntamiento de Aldea del Obispo otorgó poder a don Mariano Guevos, abogado y vecino de Salamanca para cobrar la parte vencida y que en lo sucesivo venza del 80 % de los bienes de este municipio vendidos por el Estado.

Y ¿Qué pasaba con la deuda que el Estado entregaba a cambio de los bienes expropiados? Pues que se convirtió en papel mojado, nadie la quería y solo miembros corruptos de la administración hicieron negocio con ella (si estaban seguros de que a ellos el Estado se la pagaba, la compraban por una minima parte del valor teórico. Conseguían cobrarla y el negocio que hacían era redondo).
El Estado, en varios momentos, realizaba “quitas”. Cogía la deuda que ya no pagaba y a cambio daba una nueva por una parte del valor de la antigua, diciendo que esta si la pagaría. En realidad esta tampoco la pagaba, pero la misma había disminuido.
En bibliotecas de Salamanca hay un libro (no recuerdo titulo ni autor. Lo buscaré) que trata este asunto.

En síntesis, todo este proceso desamortizador del siglo XIX logró dilapidar la inmensa fortuna de la Iglesia en bienes inmuebles y fincas rústicas en provecho de unos pocos oportunistas, transformándolos en los capitalistas del siglo XX y sobre todo, dejar perder para siempre un sinfín de arte y conocimientos acumulados durante siglos en sus iglesias y monasterios, y dejar a la población tan pobre como estába.


¿En que consistió?(subir)

Se entiende por desamortización el proceso mediante el cual el Estado, a través de su Hacienda pública, se apropió de las fincas rústicas y urbanas de las Corporaciones civiles y eclesiásticas. Este proceso comenzó en 1.768 y terminó en torno a 1.920. Aunque esto es opinable, se pueden señalar varias desamortizaciones:

* Reforma de Olavide. Desamortización de las temporalidades de los Jesuitas. Se realizó en 1.767 y se llevó a cabo con los bienes de los Jesuitas, tras ser expulsados de España. Se estima en más de 110 millones de reales el dinero recaudado por este concepto.

* Desamortización de Godoy. Tuvo lugar en 1.798-1.808. En ella, el Estado se incautó de los bienes raíces de hospitales, hospicios, cofradías, capellanías y obras pías, en general. Una parte aquí expropiada fueron las capellanías, fundadas en memoria de los difuntos que así lo establecían en testamento. Los bienes vinculados a estas memorias no eran propiedad de la Iglesia, sin embargo en esta desamortización sí se consideraron de su propiedad. Como paso previo a la expropiación, se exigió la colaboración de los párrocos para que declarasen las propiedades de la Iglesia. Aunque hubo reticencias lógicas por parte de dichos párrocos, Tavira, obispo de Salamanca en aquella época, pidió su colaboración

* Desamortización liberal (1812-1823). Se ideó y tomó forma en las Cortes de Cádiz de 1.812, influenciadas por las ideas liberales de la Revolución francesa. Afectó a los bienes de la Inquisición y a parte de los bienes raíces de monasterios y conventos, previa reducción a un tercio del número de monasterios y conventos. Fue efectiva solamente durante el trienio de gobierno liberal: 1821-23

* Desamortización de Mendizábal-Espartero (1.836-1.851). Es la más conocida de todas, aunque no fue la más importante. Afectó al patrimonio del clero regular y secular de la Iglesia. Si bien es cierto que la Iglesia fue literalmente despojada de casi todo su patrimonio, también es cierto que consiguió un compromiso del Estado para mantenimiento del Clero, compromiso que en parte, aún se mantiene.

* Desamortización de Madoz. (1.851-1.920). Es la más importante por su duración, por el número de remates y el dinero recaudado. Afectó a los restantes bienes regulares y seculares

Por lo general, cuando se habla de desamortizaciones, se hace referencia a las tres últimas.

Con referencia a estas tres últimas, podíamos decir que la venta de la gran cantidad de fincas expropiadas a la Iglesia, Ayuntamientos y otras entidades eliminó o redujo considerablemente la deuda del Estado, pero no fue así. Se redujo únicamente en un 20%. En Salamanca y provincia, la Hacienda Pública recaudó casi 400 millones de reales. En el total de la nación, más de 14.500 millones de reales. Lástima que a la vez que voraz recaudación se unió un más voraz aún gasto y no precisamente social, educacional o sanitario, que le hubiera venido muy bien, sino gastos de guerra, sin beneficio posterior alguno.

Cuando hablamos de reales, parece que hablamos de algo de poco valor. Las referencias han cambiado totalmente. Para que nos hagamos una idea más exacta de la inmensa cantidad de dinero a la que nos referimos en la desamortización, debemos situarnos en aquella época. En 1.852, las obras de la carretera nueva entre Salamanca y el Cubo del Vino fueron presupuestadas en 2.036.890 reales y rematadas posteriormente y adjudicadas en 1.097.500 reales. Es decir, el dinero recaudado por la Hacienda Pública en Villar de Argañán y Alameda por la desamortización de Mendizábal, fue suficiente para hacer los 36 km de dicha carretera.
Creo que así podemos hacernos una idea de la magnitud del proceso desamortizador, en términos económicos.

Nota:

Desamortización en Calzada de Valdunciel (Salamanca)

(subir)